Abrumada
Persiguiendo un sueño sin sentido.
Vickie Allauca
4/24/20231 min read


A través de esa ventana me vi.
Un paisaje estático y falso.
Unas pinceladas malintencionadas.
Un cartón mediocre.
Un consuelo para las miradas.
Cuando abrí los ojos y escuché “¡Acción!”,
mi corazón dio un rebote.
De pronto, dejó de palpitar.
Mis manos comenzaron a sudar.
Y mi boca se secó.
Estaba atónita. Con las pupilas dilatadas,
la razón se estancó.
Y el sentido común regresó.
¿Cuándo me creí capaz de todo esto?
¿Cuándo comencé a creer mentiras?
Las miradas de todos los invitados se pasmaron.
¡Qué maravilla estaban presenciando!
Pero dentro de mí se desató un infierno.
Las mariposas se convirtieron en murciélagos,
y mi mente fue la cueva de la que escaparon.
El miedo me paraliza, pero no enseguida.
Es como una punzada que va cavando profundo,
poco a poco, muy astuto.
Salí corriendo despavorida.
En un huracán de pedazos de papel.
En cada retazo escribí un sueño.
Pero ahora todos estaban en el suelo.

A veces escribo cartas...
y te cuento cosas que me emocionan. Si te gustaría recibirlas, suscríbete aquí: